lunes, 13 de diciembre de 2010

El oasis continúa

El panorama político que ha quedado después de las elecciones autonómicas dibuja un escenario formalmente distinto, pero en la práctica muy parecido a lo que hemos conocido en los últimos 30 años de autogobierno catalán.

Aparentemente, las cosas han cambiado: tendremos un gobierno de distinto color político, no habrá mayoría absoluta del grupo que gobernará y convivirán siete partidos en la cámara.

Pero, en realidad, continuarán gobernando los de siempre con el visto bueno de los de siempre. El gobierno de CIU, junto al PSOE y al PP, seguirá jugando a que CIU se quede con Cataluña a cambio de que los convergentes apoyen a los gobiernos de PP o PSOE en la Moncloa.

Y ese pacto implícito hará que CIU campe a sus anchas en Cataluña sin oposición de los partidos nacionales, que mirarán hacia otro lado, al igual que han hecho en los últimos 30 años en cuestiones esenciales para nuestra democracia, para nuestras libertades constitucionales, o para la lucha por la transparencia de las instituciones y partidos políticos.

Si PSOE y PP solo defienden a sus votantes en campaña electoral, para luego venderlos renunciando a su papel de oposición y denuncia de los abusos del nacionalismo 4 años más, el mal llamado oasis catalán no caerá. Porque la omertá catalana se ha construido en el silencio, la complicidad y la renuncia a hacer y a ser oposición de los partidos nacionales. Y esto se ha traducido en una Comunidad Autónoma donde la corrupción política, vestida de patriotismo catalán, ha tenido barra libre, donde nuestros gobiernos se declaran insumisos ante el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, donde no se respeta ni se cumple el bilingüismo institucional, donde la ley electoral tanto a nivel catalán como a nivel nacional ha permitido que los partidos nacionalistas tengan la llave del gobierno central siempre con muy pocos votos y que estos estén sobrerepresentados en el Parlament -sin ir más lejos, en Ciutadans hemos crecido un 20%, hemos conseguido la mitad de votos que ERC y seguiremos con 3 escaños, mientras ERC tendrá 10 escaños o el partido de Laporta con un 15% menos de votos que C´s tendrá 4 escaños-.

La moraleja es clara: si no hay oposición en Cataluña al stablishment político que ha construido el nacionalismo, seguiremos caminando, más lentos o más rápidos, hacia referéndums, hacia la vulneración de derechos lingüísticos y constitucionales, hacia la ocultación de los casos de corrupción, o la continuación de la trama de subvenciones clientelares, el gasto en construcción nacional, y en la sobredimensión electoral del nacionalismo.

Nos espera una legislatura en la que CIU intentará confundir, como ya hiciera Pujol 23 años, Catalunya con las siglas de su partido. Y desde Génova y Ferraz, Rajoy y Zapatero darán instrucciones de no molestar a CIU para conseguir apoyos para su silla en la Moncloa. Nos llegan 4 años de sociovergencia y pepevergencia o las dos recetas a la vez.

A los que no queremos entregar Cataluña 4 años más al nacionalismo, nos tocará, aún teniendo menos escaños que otros, ser más grandes políticamente hablando que los mal llamados, por lo menos desde el punto de vista democrático, “grandes” partidos nacionales. Y seremos la voz, no solo de nuestros votantes, sino de muchos votantes catalanes socialistas y populares y no nacionalistas en general que se verán reflejados y amparados en nuestras propuestas y en nuestras palabras. Estaremos al servicio de todos ellos.

Albert Rivera, presidente de Ciutadans (C’s)

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